No sobre los animales, en realidad, sino más bien en torno a ellos.
Y he tenido ganas, también, de rendir homenaje a estas personas animales excepcionales que a veces acompañan una parte de nuestra existencia y le aportan paz y simplicidad».
Anny Duperey
En este libro sensible, conmovedor y divertido al mismo tiempo, Anny Duperey nos habla de su vida y de los gatos, de los gatos que el azar ha puesto en su vida y de cómo éstos han influido en su manera de vivir y de pensar, de cómo la han ayudado con su presencia, su inteligencia y su dulzura. Después de una infancia traumática en la que, sin embargo, los gatos fueron omnipresentes, en la vida de Anny Duperey no hubo gatos hasta que, a los veintisiete años, habiéndose retirado por una temporada a una casa de campo para escribir un nuevo libro, un buen día apareció un gatito en su ventana. Este gato entró en su soledad y «abrió una brecha en su fuerza, y empezó a caminar sobre su corazón con patas de terciopelo…», la ayudó a cambiar, a encontrarse a sí misma. Este gato, un verdadero amigo, murió y después hubo otro. Hasta que al cabo de un tiempo, de repente, perdida, aterrorizada y medio muerta de hambre, surgió de entre unos arbustos la pequeña Missoui, la gata extraordinaria, de reacciones y actitudes que se dirían casi humanas, la fiel amiga que le sugirió la idea de escribir este libro. Esta es, pues, la historia de unos gatos que han atravesado la vida de la autora, que han acompañado su existencia durante un tiempo y que ella ni buscó ni eligió, sino que se cruzaron en su camino de una manera fortuita. Y la autora se pregunta si este aspecto fortuito de su encuentro no está en la base de las relaciones excepcionales que ha tenido con ellos, y también cuál es la naturaleza de esta relación, que puede tener una calidad tal que uno la siente como una verdadera amistad o un bello amor.
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